La migración de padres en búsqueda de oportunidades y una vida mejor en otros países es una realidad que agobia a muchas familias en toda Venezuela. Para los niños que se quedan atrás, esto puede significar la separación de sus padres y seres queridos, lo que puede tener un impacto significativo en su bienestar mental y emocional.
Esta separación puede llevar a una sensación de abandono o rechazo y podría aumentar la vulnerabilidad del niño a la explotación y el abuso.
Es importante que se tomen medidas para abordar esta situación y brindar apoyo a los niños en esta situación. Esto puede incluir la provisión de servicios sociales y psicológicos para ayudarlos a lidiar con las emociones y el impacto psicológico de la separación. Además, es importante garantizar que estos niños sean identificados para que puedan ser asistidos de manera global.
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