La crisis venezolana ha sido uno de los principales desafíos de la región en los últimos años. Una de las poblaciones más afectadas por esta crisis es la población más vulnerable, incluidas las personas en situación de pobreza, las personas mayores, las personas con discapacidad y especialmente los niños, niñas y adolescentes. Esta crisis ha tenido un impacto en su acceso a la atención médica, la educación, la alimentación y otros servicios esenciales. La reducción de los gastos del gobierno en sanidad y educación ha afectado negativamente la calidad de estos servicios para las personas más vulnerables.
Los niños, niñas y adolescentes son una población especialmente vulnerable debido a la falta de protección social y la falta de ayuda en la vida cotidiana. La crisis en Venezuela ha exacerbado su situación con una mayor falta de acceso a alimentos, acceso a la educación y atención médica. Además, los niños en situación de calle son más propensos a la explotación y al abuso, lo que agrava su situación de vulnerabilidad.
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